En la última década hemos asistido a un enorme cambio de paradigma en el campo del desarrollo de software. Antes se pensaba que era un campo en el que los desarrolladores con años de estudio en este campo eran los únicos capaces de acceder a servidores complejos. Ahora, se ha convertido en un campo de entrenamiento del que brotan desarrolladores web cada pocas semanas. En la actualidad, posiblemente estemos experimentando otro cambio de paradigma que implica la generación de código basada en IA. Cuando lleguemos a este punto, quizá surja una nueva era del desarrollo web en la que los humanos serán sustituidos por bots de IA.

Hay muchos bots de IA subespecializados que pueden escribir algoritmos cortos, pero esta IA de escritura de programas aún está en pañales. Los investigadores han entrenado a estos robots de IA con miles de ejemplos de programas. Aprenden a escribir programas cortos y complejos, mientras que otros algoritmos rellenan los espacios en blanco con los subprogramas adecuados. Estos robots son lo bastante inteligentes como para cambiar de patrones estadísticos a razonamiento simbólico siempre que sea necesario.

¿Hasta qué punto son competentes estos robots de inteligencia artificial? ¿Cómo son en comparación con los humanos?

Según los creadores de esta tecnología, estos robots son buenos componiendo la estructura pero un poco defectuosos cuando se trata de los detalles. El beneficio que los humanos pueden obtener de estas redes neuronales es que pueden ahorrar su tiempo entregándoles el trabajo estructural más complejo mientras ellos pueden rellenar los espacios en blanco mediante programas de búsqueda. El producto final será un programa completo capaz de darle las respuestas correctas.

Se trata de un gran avance en el campo de la inteligencia artificial (IA) que puede facilitar a los investigadores el desarrollo de páginas web, una tarea que requiere mucho tiempo y esfuerzo.

¿Cómo pueden hacerlo? Un bot puede actuar como un motor de búsqueda para la codificación, en el que los investigadores pueden introducir sólo unas pocas palabras clave y visualizar el aspecto que tendrá un determinado código en el front-end. Estos bots pueden trabajar eficazmente con muy poca información y adivinarán cómo quieren los programadores que sea el resultado y crearán justo eso.

Bayou es un codificador basado en inteligencia artificial que ha aprendido a escribir códigos a partir de millones de códigos escritos por humanos y puede hacer inferencias basándose en ellos. El método se denomina aprendizaje de esbozos neuronales, que ayuda a las redes de IA a detectar patrones en códigos escritos por humanos y generar códigos similares.

DeepCoder es otro proyecto en pruebas desarrollado por Microsoft. Este robot ayuda a los programadores a resolver consultas complejas de codificación mediante la búsqueda de grandes cantidades de código en grandes bases de datos. Por ahora, DeepCoder sólo puede escribir pequeñas líneas de código, pero según sus creadores tiene un inmenso potencial.

Asistente de compromiso es otra herramienta de IA que puede ayudar a los programadores a detectar errores en su proceso de codificación. Este asistente cuenta con una enorme biblioteca de códigos de la que aprender e identifica cómo se cometieron errores en el pasado y alerta a los investigadores antes de que se produzca un error potencial.

Desarrollar software es un trabajo tedioso y caro. Aunque la IA puede abaratarlo y facilitarlo, no hay razón para no utilizar herramientas de IA. Estos asistentes de IA, como Bayou y DeepCoder, ayudan a facilitar todo el proceso, pero si pueden pensar como los humanos, la respuesta, por ahora, es un no. Pasará mucho tiempo antes de que las herramientas de IA reemplacen a los desarrolladores web humanos, ya que aún no son capaces de escribir algoritmos originales y resolver problemas como los humanos. Sin embargo, esta tecnología no se deja llevar por las emociones y no cometerá errores lógicos. Eso sí, necesitan que se les oriente en la dirección correcta y aquí es donde entran en juego los desarrolladores.